En este tomo profundizan en las raras relaciones dentro de la familia de Killua, siendo la que posee con su padre la que protagoniza este bello momento.
Una parte fundamental en la crianza es admitir que los hijos no siempre harán lo que tú quires, esto es debido a que no son una propiedad, “son del mundo”.
Aunque lo deja ir con sus amigos, le da una lección sobre la responsabilidad: “nunca los traiciones”, estar con ellos no es un capricho, es una decisión y como tal trae obligaciones.
Si eres un fan de Killua(como su servidor), este tomo es recomendable por lo que representa para el personaje.