Esta colección de historias cortas de Inio Asano no es un cómic simple, no es un cómic que quiera ser sencillo. Sus historias, si bien parecen poco complejas, funcionan como reflexiones casi oníricas en las que los elementos realistas y cotidianos se derriten y reconfiguran como símbolos. Como si fuesen obras de teatro, sus personajes dicen y hacen cosas que nadie haría en la vida real, pero que hablan de lo que en realidad motiva a la gente. Asano aquí habla de miedos, de ansiedad, de placeres mundanos, de soledad y vínculos reales. La mayoría de las historias son autoconclusivas y se vinculan solamente temáticamente con las demás. Sin embargo, hay un hilo conductor que aparece entre algunas de sus historias, aunque no sea necesariamente evidente. Quizá es la ambigüedad la marca de agua de esta antología; una ambigüedad que invita al lector a participar de ella, a descifrarla y dialogar con ella en una forma que los mangas "normales" de Asano no se permiten (al menos a este nivel). No es necesariamente una compilación ligera y accequible, pero si una que vale la pena abordar con calma; y para volver a leerla varias veces en diferentes contextos.