Coffe Shop es de ese tipo de historias cuyo único problema es que te deja deseando por más. El mundo que se crea con sus personajes tan (y quizás demasiado) humanos que habitan en él, puede perfectamente calzar con nuestro diario vivir. Una mezcla de lo cotidiano y a la vez mágico que todo tenemos en nuestro interior. La historia que gira alrededor de cómo nuestros protagonistas parten ambos, con pocas esperanzas en la gente y terminan armando un lazo en la situación más extraña, hace que uno se termine encariñando con ellos, incitando al lector a llegar al final donde cada uno termina tomando una decisión propia que define su forma de vivir. Una historieta muy recomendada, tanto para los amantes de las historias románticas, a los que simplemente quieren algo distinto y llenador.