Cuando Clamp publicó Card Captor Sakura originalmente en los 90, todo parecía indicar que la idea era capitalizar el boom de las magical girls que había iniciado Sailor Moon. Con el tiempo quedó más que claro que Clamp fue mucho más allá de eso y logró una obra maestra por derecho propio.
CCS es una obra que usa los tropos del género de las magical girls para contar una historia sencilla y muy fácil de leer, pero que aborda temas complejos (algunos incluso polémicos), sin perder de vista que su tema más central es el amor, sus encarnaciones y lo válido que todas ellas son. Así, bajo el disfraz de las aventuras mágicas, tenemos una narrativa inclusiva de todo tipo de personas y sus sentimientos. Si hay una crítica ridícula que se le podría hacer, es que sus personajes son tan queribles y puros de intenciones, que resultan demasiado ideales a ratos. Pero CCS no se plantea como una obra crítica o densa, sino como una celebración. Esto no quiere decir que no haya conflicto; al contrario, el equipo CLAMP hace gala de su maestría narrativa y logra que cada capítulo sea una pequeña pieza de relojería en que la trama resuena con los temas de fondo y empuja a los personajes hacia adelante con elegancia.
Una obra necesaria en toda buena colección de manga.