Creo fue un gran final, los Ashirogi vencieron a su gran rival Eiji y se cumplió la promesa de Miho y Mashiro. También amé el momento en que Saiko le agradece a Kaya por haberlos apoyado durante todo ese tiempo, me encanta su personaje, más que el de Miho. El único problema es que las últimas páginas no son demasiado emocionantes, esperaba más de ese beso.