¿Recuerdas cuando por primera vez te interesó algún manga? ¿Recuerdas cómo fue o donde lo viste? ¿Alguna vez pensaste en tu primer acercamiento con esta lectura que nos atrapo a todos? Muchas veces hablamos del primer anime que vimos, de cuando éramos niños y en la TV presentaban en el horario de por la tarde lo que en ese entonces no sabíamos que se llamaba anime, pero ¿Alguna vez te sentaste a recordar cuándo fue la primera vez que abriste un manga en la web o la primera vez que tomaste uno con tus propias manos y lo abriste?
Este paso marca una diferencia, un antes y un después. Para algunos, el manga es un medio para soportar las brechas de tiempo que pasan entre temporada y temporada de algún anime, para otros es esa forma de saciar esa curiosidad de saber qué pasa después en ese capítulo inconcluso que terminó en la mitad de algún evento importante, y están para los que simplemente es lo que es, un libro mágico que transporta a otros ambientes y mundos, un abrebocas a la imaginación.
No es de extrañar entonces, que cuando un manga nos llena de emoción, queramos más, queramos ver materializada la voz de ese personaje mágico, de ese guerrero incansable, de esa protagonista fuerte y hermosa, por eso, es un punto de inflexión el momento en el que pasamos de solo ver anime a hacernos la pregunta ¿Animaran algún día este manga? O esa frase de “espero algún día ver animada esta batalla”.
Si me lo preguntan a mí, es cierto que mi primer contacto con este mundo fue el anime, de ahí vino esa gran curiosidad, esa gran duda, esa necesidad de más. Recuerdo claramente el manga que leí por primera vez, el primero que compré, el primero del que quise tener todos los tomos y el primero que me hizo querer tener una colección. Este mundo nos enseña que no hay fin alguno divisible, una vez que entras en él no hay forma de que salgas nunca.
Cuando viste el primer anime de tu vida, o cuando leíste el primer manga en tu historia ¿Se te pasó, aunque fuera por la cabeza, que verías todas las aventuras que has visto hoy? ¿Te imaginaste alguna vez estar en una feria de anime quizá haciendo cosplay y bailando o cantando con todo tu aliento esos openings o endings que nos hacen suspirar? ¿Te viste alguna vez sin poder dormir por esperar el estreno de algún capítulo o anime? Creo que no fue el caso de ninguno, pero aquí estamos hoy, y seguiremos siempre.
Y tú ¿Cuál fue el primer manga que leíste? Cuéntanos que sentiste ¿Lo volviste a leer? ¿Con qué sentimientos te reencontraste y qué pensamientos cambiaste en el tiempo que pasó? ¿Aún es tu favorito? ¿Te encontraste con otro que robó su lugar?
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