Después de tanto revolver el gallinero en la escuela, tocaba hacerlo al aire libre, lo cual es una buena excusa para verlos capear el calor y también para que Tono se relacione más con sus compañeros de club y el mismo Yacchan, que ya se sabe en que anda, junto con Tamura, que cada vez me gusta más. Varias cosas se vienen ya destapando así que urge el siguiente tomo, pero por lo menos trae un par de extras bien buenos que no dejan con hambre (guiño guiño).